Frases como: "Maldita la hora en que...!", "pero quien me mando a mi? QUIEN?", "pero si me lo dijeron mil veces! Me lo merezco por pelo**do!" y otras variantes, generalmente proclamadas de la boca del ente materno, se fueron grabando en los pliegues de mi corteza cerebral, y fueron archivados, oscuramente, hasta el momento oportuno de salir a la luz.
Entiendase, que el momento ha llegado, y se ve directamente relacionado con el arrivo, no entiendo aun si oportuno o no, de los felinos.
Lindos, tiernos, suaves, peludos, vagos, son cualidades que cualquier persona normal adoraria en su mascota, pero como dice el ying yang; en todo lo bueno hay algo malo y en todo lo malo hay algo bueno, el par de cachorros gatunos no podia venir totalmente impoluto.
Iniciando desde la formidable capacidad que tienen para cagar y mear en el instante preciso en que no hay nadie en casa (y por ende la habitacion esta hermeticamente cerrada), para asi recibirnos con un intimidante y acido olor a azufre, que como seduciendo, acaricia y luego soba la punta del naso para penetrar en lo mas profundo de los pulmones. Continuando con la capacidad de desplazar, alterar, percudir, perforar y reposicionar almohadones, zapatillas, vestidos y objetos varios, y terminando por el quilombo que toma lugar pasadas las 22:00 hs hasta entradas las 6:30 hs del dia siguiente, "velando por el sueño de los patrones".
Quien se atiene a supervisar una mascota, sabe que todo esto es normal. El problema es cuando el asunto abarca items que uno no tenia previsto; como lo que sucedio hace espacio de pocos dias. Resulta que el maldito "recien llegado", en uno de sus ataques de panico y/o exitacion, se le dio por trepar a todos lados, y en uno de sus furtivo intentos (trepo al placard, al radiador, a la ventana, a las repizas, al escritorio, a la cama [repetidas veces], a la comoda, etc.) y despues de probar todas las alternativas de plataformas, creyo inteligente ensayar una escalada por la funda de mi guitarra. Inocente yo, que creyendo en la buena fe de los animales, supe dejar apoyada contra la pared, y sin mas custodia que mi mirada, a mi fiel amiga, la guitarra. Puedo recordad cuadro por cuadro lo que sucedio a partir del momento en que lei en la mirada del felino, esa idea nueva, ese impulso de locura, esa actidud tan vil. Se agazapo en sus partes posteriores para tomar impulso y se lanzo en carrera hacia adelante, con el objetivo fijo, a una distancia de un tiro de chizito. En esos momentos se impulso hacia arriba, cuando fue interceptado por un desgarrador grito de "NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOlaconchelalora!!!!!!!! Pero fue tarde. Sus garras se clavaron en la fragil tela, y como una columna empujada por el mitico Sanson, en camara lenta, la vi caer... Caer y golpear el pavimento, en un agonico CRACK! y quedar inmobil, tiesa, sin respiracion...
En fin y sin vueltas, el gato puto me quebro el mastil de la guitarra.
Van algunas otras fotos ilustrativas mientras preparo mi venganza...
jugando en el "rasguñador"... a eso de las 23:47...
durmiendo en nuestra cama a la hora en que no deben (mediodia)
planeando su proxima movida... observese la mirada de astucia...